Te escribo en días grises para decirte lo mucho que siento haber dicho lo que dije. No lo pensaba, estaba fuera de mí... yo jamás te haría daño.
Sé que no vas a volver, que no lo merezco.
Sé que ni siquiera me vas a responder esta carta.
Sé que has estado estos días pensando en lo mucho que me has dado, y en lo poco que has recibido.
Sé que vas a encontrar a alguien mucho mejor que yo.
Sé que vas a olvidarme.
Sé que soy gilipollas.
Sé que ni siquiera merezco tu odio, si acaso tu indiferencia.
También sé que te has llevado el color, y la música.
Ya que yo sé todas estas cosas, creo que es justo que tu sepas algo, te quiero.
Y mi casa todavía huele a palomitas quemadas
-
¿Porqué embriagarme con perfumes si puedo tenerte aquí?
Como el césped debajo de tus pies. Y el olor a piscina. A capuccino. Ya no
huelo ni a palomitas quem...
Hace 12 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario